"No haré ninguna reforma laboral. No está en mi programa de Gobierno ni en el de investidura. Y yo lo voy a cumplir". Estas palabras que parecen tan firmes las pronunció Zapatero el verano pasado. Un año más tarde acaba de aprobar precisamente la reforma laboral que dijo que nunca haría y que implanta un despido de los trabajadores más barato, más fácil y más expeditivo. En fin, otra palabra dada por Zapatero que se la lleva el viento y otra promesa -¿cuántas llevamos ya?- incumplida. Dicen que los políticos incumplen todo lo que prometen.
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