Que no tienen erecciones ni pueden eyacular. Que el deseo se extinguió junto a la fuerza de sus piernas. La mitología sobre la sexualidad de quienes viven en silla de ruedas parece reinventarse junto al melodrama de la Teletón. Pero en la intimidad, los hemi, para y tetrapléjicos gozan tanto y más que los demás.
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