Los ingenieros de Navantia tratan de solucionar lo antes posible el problema de cavitación que han encontrado en el Buque de Proyección Estratégica (BPE) ‘Juan Carlos I’. La empresa confía en que este escollo no afectará a su fecha de entrega a la Armada. El problema radica en los dos propulsores POD del BPE, situados a ambos lados de la proa. Su función es mejorar la maniobrabilidad del buque gracias a los 11 megavatios de potencia –unos 14.700 caballos- que desarrolla cada turbina. El portaviones ‘Príncipe de Asturias’ también lo utiliza.
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