Se han volcado totalmente con nosotros, han estado al pie del cañón durante cincuenta días. No tenían ni comida ni podían llamar a casa, y han estado pendientes constantemente de nosotros». El autor es uno de los marineros vascos secuestrados. No tiene intención alguna de herir, sino todo lo contrario. Y hiere con profundidad. Y no sólo el corazón de oro. Tienen una vocación y un sentido del honor, del deber y y del servicio que no pueden entrar en la sensibilidad de quienes no los conocen. Y menos aún quienes, desde la infancia...
|
etiquetas: sociedad , política