La primera vez que Miguel encontró el pubis depilado de un chico fue viendo pornografía. La curiosidad le pudo y quiso probar aquello. Se recortó el vello con tijeras, solo un poquito. Otra ocasión, se afeitó a ras de piel. Mal hecho: el resultado le pareció estético pero pasó días de picores. Entonces era un quinceañero y vivía con sus padres. De este recuerdo han pasado unos 20 años. Hoy, los pubis afeitados ya no son cosa de un arrebato. Tal vez porque las estéticas pornhub y onlyfans triunfan ya hasta en la publicidad.
|
etiquetas: pelo , depilación , genitales , rasurado , modas