La homofobia, como todo prejuicio, es irracional. Sus raíces psicológicas están ancladas en el rechazo del “otro”, de la diferencia, y se siente con el angustioso temor a todo lo que pueda modificar el equilibrio emocional individual y la cohesión social. Este miedo profundo a la desintegración social es del que se han servido siempre todo tipo de Poder como coartada para sus privilegios y abusos. Advirtiendo que toda diferencia es una amenaza y cualquier diversidad es un peligro, se instituye a sí mismo como garantía del orden. Blog A.Rivera.
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