Nuestro sistema educativo sigue anclado en la Revolución Industrial. Las últimas investigaciones nos indican que el desarrollo de la Inteligencia Emocional por parte de los niños es fundamental, aparte de enseñarles a canalizar sus emociones, para obtener mejores resultados.¡Maestros! Desde esta tribuna os pido que vayáis cambiando desde dentro la forma de enseñar, los niños no son máquinas y su futuro no se basa sólo en el conocimiento sino en saber relacionarse con los demás. El éxito futuro no está en la competencia sino en la colaboración.
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