Usando la lógica y la teoría de probabilidades, Paulos destripa estos argumentos, con humor e ironía, mostrando que al final, es la ciencia la única que nos puede dar respuestas. Seguramente el libro no contentará a creyentos de unas u otras religiones (se cuenta en el libro la airada reacción de San Agustín cuando alguien le preguntó que hacía Dios antes de crear el mundo: “estaba creando un infierno para la gente que pregunta estas cosas”), pero recomendamos vivamente su lectura porque a todos nos hará pensar.
|
etiquetas: ciencia , divulgación