...iba paseando por una céntrica calle de Marbella y saqué dinero de un cajero automático. Bajé hacia la playa y cuando me encontraba en el Paseo Marítimo (habían transcurrido menos de diez minutos) me percaté de que la cartera se me había caído del bolsillo. Deshice el camino andado buscándola y, como era de esperar, no la encontré, llevándome el consiguiente disgusto puesto que además de la cantidad económica había perdido varias tarjetas, la documentación y, sobre todo, unas fotos de gran valor sentimental.
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