mientras en el terreno político todo es diálogo e intercambio de posturas, en alta mar las cosas son muy distintas. La Policía del Peñón, lejos de templar y apaciguar los ánimos, echó más leña al fuego y aconsejó a todos aquellos propietarios que poseen alguna embarcación en Gibraltar que no se acercaran a los pesqueros españoles ante posibles incidentes. «Recomendamos a la gente que se mantenga alejada», advirtió ayer un portavoz de la Royal Gibraltar Police, que no dudó, incluso, en avisar del «riesgo de que alguien pudiera resultar herido».
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