Grupos de inversión internacionales ofrecen a las entidades financieras el 20% del valor de sus inmuebles. Por el suelo, aún menos. Pujan a la baja —muy a la baja— por compañías a la deriva o por parte de su negocio. «Fondos buitre» es un apelativo que les desagrada enormemente. Se definen como inversores «oportunistas» o, acudiendo a la jerga financiera, fondos especializados en la compra de «activos dañados».
|
etiquetas: fondos buitre , banca , vivienda