El lunes pasado me dispuse a hacer una compra con tarjeta, como solemos hacer miles de españoles cotidianamente, por un importe de 23 euros aproximadamente. Cual fue mi sorpresa cuando al llegar a casa y consultar los movimientos me habían cargado 503 veces el valor de la compra, lo que me dejaba con un descubierto de -12.000 euros
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