Cuando todavía no había prendido totalmente la rabia revolucionaria en Francia pero ya en proceso de desatarse, se contó que cuando la gente del pueblo, a falta de harina y trigo, fue a Versalles a increpar a María Antonieta, casada con Luis XVI, ésta respondió altaneramente: "Que coman pasteles". Este hecho causó un gran enojo en el pueblo y contribuyó a que aumentara el odio que sentía hacia la reina. Se comprende que las turbas y el tribunal revolucionario le cortaran la cabeza. Hoy día es el FMI quien representa el espíritu de Maria Anton
|
etiquetas: fmi , economía de mercado , salarios