Tras el suicidio de Armando Vega Gil, ex integrante y fundador de la agrupación Botellita de Jerez, por una denuncia anónima en la que se le acusó dentro del movimiento
#MeToo de una violación a una niña de 13 años, han surgido diversos comentarios en redes sociales respecto a la acción. Para GENDES, organización de la sociedad civil que trabaja con perspectiva de género desde las masculinidades, el fenómeno de las denuncias anónimas tras el movimiento
#MeToo refleja un vacío de Estado. Que el acusado se suicidara fue un acto violento.