Un par de ojos bien abiertos. Sí, dos grandes ojos robóticos controlados a distancia. Es lo que los investigadores de la Universidad de Tokio quieren incluir en los vehículos autónomos para que sean más seguros. A tal conclusión llegaron tras realizar un experimento en el que simulando una experiencia a través de realidad virtual, los participantes tuvieron que decidir si cruzar la calle frente a un vehículo que se aproximaba. Video:
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