Los funcionarios chinos han estado interrogando silenciosamente a Canadá sobre la marihuana ilícita que fluye a su país, lo que llevó al govierno Canadiense a aceptar trabajar con ellos en el problema, revela un memorando federal interno. El problema anteriormente desconocido surgió durante las conversaciones entre los dos países para frenar la importación clandestina de opiáceos en Canadá (desde China), lo que ha alimentado una crisis de muertes por sobredosis de Fentanil (el opiacio mas consumido en Canada) y compuestos relacionados.
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