El acusado, de 54 años, nacido en Ecuador pero con nacionalidad española, vivía en su piso de Vitoria con un perro mestizo de mastín y labrador al que, según el Ministerio Público, dejaba solo durante gran parte de la jornada. Así pues, señala el texto del fiscal que la mascota ladraba "de forma descontrolada durante el día y parte de la noche". Una situación que causó estrés y ansiedad a una vecina de 46 años que se vio obligada a abandonar su vivienda por temporadas y llamó en numerosas ocasiones a la Policía.
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