Quienes se opusieron a Ben Bernanke, tenían miedo a la inflación, como quienes ahora están en contra de que actúe el Banco Central Europeo. La inflación estadounidense se encuentra en un cómodo 1,4%, según el último dato. En 2011, alcanzó la "preocupante" cifra del 3,2%. Sin su actuación, el paro americano estaría en el 15% y los costes de financiación serían hasta 120 puntos básicos más caros.
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