(traducción libre) Cachorros, gatitos, bebés: todos adorables. Por qué? Porque son pequeños. Pero si los amplificásemos, acabaríamos con lobos, jaguares y adolescentes, considerablemente menos adorables. Sí, si hay algo que la naturaleza nos enseñe, es que lo que empieza como un pequeño amigo adorable puede volverse rápidamente en un horror propio de Lovecraft cuando su pequeña boquita se vuelve tan grande como para zampársenos la cabeza. Y cuando las versiones pequeñas ya son espeluznantes, sus versiones mayores son auténticas pesadillas.
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