"Ce que veulent les anarchistes", par Georges Thonar, 1904, in L'Insurgé. Prólogo
Lo que sigue no es una exposición detallada de las teorías anarquistas; sólo hemos querido hacer un análisis rápido -lo más completo posible dado el pequeño formato de este folleto- destinado a dar una visión general de lo que los anarquistas luchan y propagan. Para una presentación más completa, bastará con obtener las publicaciones mencionadas en la portada. Tal como está, el presente folleto servirá, sin duda, para disipar muchos equívocos, y para confundir a las personas de mente estrecha o interesada que afirman que el anarquismo es la teoría del crimen, que los anarquistas son criminales, que no saben lo que quieren, etc., etc.
ANARQUÍA. - Etimológicamente, este término tiene su origen en la palabra griega archê, que expresa la idea de mando: el privativo an (o a) colocado delante de archê expresa la idea de supresión, de ausencia. An-arché en griego, an-archie (o anarquía) en francés, expresan pues la idea de ausencia de mando, y por tanto de ausencia de autoridad. Los ignorantes y los interesados en crear ambigüedades han convertido erróneamente la palabra anarquía en sinónimo de desorden. Pero tanto si hay orden como desorden, no hay anarquía si no hay ausencia de autoridad. El Century Dictionary define la anarquía: "Una teoría social que considera como ideal la unión del orden con la ausencia de todo gobierno del hombre sobre el hombre. En el diccionario de Lachâtre hay una definición más completa y muy precisa. En efecto, los anarquistas están lejos de ser artesanos del "desorden": no se niegan a conformarse con la razón, con la verdad, con las concepciones antiguas o nuevas, siempre que se demuestre su valor; lo que los anarquistas combaten es la disciplina arbitraria, egoísta y autoritaria: no admiten ni la autoridad del hombre sobre el hombre, ni la explotación del hombre por el hombre. Es una táctica de los dirigentes llamar "partidarios del desorden" a todos los que se niegan a someterse a sus arbitrariedades. En realidad, los anarquistas son los verdaderos defensores del orden, de la armonía, y por eso luchan contra la sociedad capitalista en la que el desorden está a flor de piel. Como dice el académico L. Buchner:
"El exceso de pobreza y el exceso de riqueza, el exceso de fuerza y el exceso de impotencia, el exceso de felicidad y el exceso de miseria, el exceso de superfluidad y el exceso de indigencia, la ciencia fabulosa y la ignorancia fabulosa, el trabajo más arduo y el disfrute sin esfuerzo, todo tipo de belleza y esplendor y la más profunda degradación de la existencia y del ser, estos son los rasgos que caracterizan a nuestra sociedad actual, que, por la grandeza de sus contrastes, supera los peores períodos de opresión política y de esclavitud. "
Aquí, pues, es donde reside el verdadero desorden. Esto se dice para corregir el error, intencionado o no, de quienes persisten en interpretar el término anarquía como sinónimo de desorden.
ANARQUISTA. - Cualquier individuo que luche contra la autoridad puede ser considerado anarquista, siempre que los motivos de ese individuo no estén en contradicción con el objetivo a alcanzar, que es la liberación integral de la humanidad.
ANARQUISMO es el término utilizado para designar todas las teorías anarquistas.
Los principios
Las teorías anarquistas pueden dividirse en dos categorías: dirigidas a la destrucción o a la reconstrucción. Considerando lo defectuoso del actual estado social y lo anormal de su permanencia, los anarquistas se esfuerzan por derrocarlo atacando la mayoría de sus instituciones -moral y materialmente-; sólo accidentalmente, de forma secundaria, atacan a los individuos que defienden estas instituciones.
Comenzaremos por exponer las teorías que apuntan a la destrucción de la forma societaria actual.
Para que todos lo entiendan, diremos que los anarquistas se oponen a
Contra la propiedad
Individual o colectiva, porque es un obstáculo para la satisfacción de las necesidades, de los individuos, y porque, teóricamente, ha perdido todo valor sociológico, porque no es más que un robo permanente, un acto de rapiña, justificado sólo por el derecho del más fuerte; porque, en la práctica, empuja e incluso obliga al hombre a explotar a sus semejantes, a vivir a su costa, a apropiarse a su costa de más de lo que requieren sus necesidades, privando así a los demás de las necesidades; porque la propiedad es la causa inicial de casi todos los delitos, que engendra la mayoría de los vicios, que da lugar a un despilfarro desenfrenado; que ya no está en consonancia con el desarrollo de la civilización; que es perjudicial para la evolución normal de la humanidad.
"La propiedad es un robo". - P.-J. PROUDHON.
"La naturaleza ha dado a cada hombre un derecho igual al disfrute de todos los bienes". - G. BABEUF.
Contra la autoridad, sea cual sea la forma en que se manifieste, porque, teóricamente, no es más que una herencia nefasta que nos ha legado la brutalidad de nuestros antepasados; porque, en la práctica, se traduce simplemente en la defensa de la propiedad individual -con la que, además, se confunde a menudo-; que no es más que la fuerza, casi siempre puesta al servicio de unos pocos para esclavizar a la gran masa; que corrompe y desmoraliza a quienes la detentan y a quienes están sometidos a ella: Que conduce inevitablemente a la arbitrariedad y a la violencia; que es un peligro permanente para el desarrollo normal del individuo; que siempre ha sido un obstáculo para el entendimiento entre los individuos.
"Nuestro enemigo es nuestro maestro. - LAFONTAINE.
Contra la religión, sea cual sea la forma en que se presente, porque no es más que un remanente de la ignorancia; que opone la fe, la creencia al razonamiento; que distorsiona el sentido de la vida; que está constantemente al servicio de los poderosos como medio de dominación; que pone el dogma en el camino de cualquier búsqueda de la verdad.
"Aquellos cuyo reino no es de este mundo no admiten que este mundo no esté en sus manos". - HENRI MARET.
"Os pedimos la libertad en nombre de vuestros principios, y os la negamos en nombre de los nuestros". - L. VEUILLOT, publicista de oficio.
Las consecuencias
Propiedad, autoridad, religión, son las tres bases fundamentales de la sociedad burguesa, del sistema social que padecemos; aunque estas instituciones están en su mayoría inextricablemente enredadas, puede decirse que representan los lados material, intelectual y moral de la cuestión social, y que durante siglos esta siniestra trilogía ha cubierto a la humanidad de barro, ruina y sangre.
De estos principios erróneos han surgido instituciones que los anarquistas combaten de la misma manera. Así, los anarquistas se levantan contra
Contra los patronos (o asalariados) porque son la toma arbitraria de una cuota de la producción ajena, y esto casi siempre indebidamente; porque son perfectamente inútiles, porque rebajan necesariamente al asalariado y a la asalariada; porque determinan la esclavitud completa de casi toda la humanidad, porque son la causa primera de la prostitución; porque dan al patrono el poder monstruoso de reducir al trabajador a la miseria.
Contra el capital, porque representa el trabajo de muchos acumulado en manos de uno solo; porque su valor es todo él ficticio; porque es un elemento de desorden y corrupción, porque justifica la renta y al rentista, ese ser anormal que, por principio, consume sin producir nada.
"Ningún hombre tiene derecho a exigir la satisfacción de sus caprichos mientras no se satisfagan las necesidades reales de los demás. - MAX NORDAU.
Contra los impuestos, servidumbres, etc.; porque sólo pesan sobre los productores; porque son un nuevo diezmo cobrado a los miserables; porque bajo el pretexto de la utilidad pública, sólo sirven para mantener el estado de cosas existente, y porque, además, se entregan al despilfarro.
"En 1903, en el distrito de Provins, los impuestos ascendieron a 1.962.401 francos, de los cuales los funcionarios se llevaron, para sus sueldos, 1.335.355 francos, ¡es decir, el 68%!" - La acción regionalista.
Contra el patriotismo, el chovinismo, porque mantiene el prejuicio de las fronteras; que desarrolla el odio entre pueblo y pueblo, que es una verdadera religión que, para mantener sus privilegios, los gobernantes pretenden sustituir a las religiones que se derrumban.
"Después de todo, los anarquistas tienen razón, los pobres no tienen patria". - G. CLEMENCEAU.
Contra el militarismo, en cualquiera de sus formas, porque no tiene otro objetivo que defender la propiedad y la autoridad y, por ello, condena a la matanza a los más vigorosos de nuestros jóvenes; porque les impide contribuir con su cuota de trabajo a la producción; porque es la escuela del asesinato.
"No podría haber sido soldado, habría desertado o se habría suicidado. - E. RENAN.
Contra todas las guerras y expediciones coloniales porque no tienen otro objetivo que enriquecer a los capitalistas y porque son crímenes colectivos, tanto más monstruosos cuanto que son fríamente premeditados.
"La guerra es la cosecha de los capitalistas". - LEROY-BEAULIEU.
Contra todos los gobiernos, sea cual sea la etiqueta que lleven: imperio, realeza, república, autocracia, democracia, porque no tienen otro resultado que oprimir a los hombres, permitir que una camarilla, un partido, una clase oprima y explote a otros hombres.
"Hace falta una larga alteración de los sentimientos y de las ideas antes de que uno se atreva a tomar al prójimo como amo y a lisonjearse de que le irá bien". - J.-J. ROUSSEAU.
Contra el parlamentarismo, porque es pura hipocresía, simplemente un instrumento de dominación adecuado a la sociedad capitalista; teóricamente, el parlamentarismo puede tener una apariencia de valor, en la práctica, distorsiona la voluntad pública, corrompe a los elegidos y engaña al votante; porque los elegidos son casi siempre de un nivel intelectual y sobre todo moral deplorable; porque, en definitiva, no es más que una de las manifestaciones de la autoridad, tanto más peligrosa cuanto menos aparente es para las masas crédulas
"Todos los parlamentos modernos nacen en medio del fango de las campañas personales y las corrupciones electorales; todos viven en una atmósfera degradante de cuya influencia es difícil escapar. Mentiras perpetuas, competencias feroces, venalidad lamentable, intelectualidades miserables, de vez en cuando un sonoro escándalo viene a iluminar el abismo y a desgarrar el prestigio de nuestros efímeros soberanos. Gritamos, nos indignamos; acusamos a los individuos sin darnos cuenta de que sólo son el producto fatal del entorno. Son sustituidos por otros... que vuelven a empezar". - J. DESTRÉ, diputado socialista belga.
Contra las leyes y toda codificación que promulgue penas, porque sólo producen opresión, porque no pueden mejorar en absoluto las relaciones entre los individuos; porque generalmente no tienen otra función que la de defender la propiedad; porque obligan a todos los ciudadanos a seguir una línea de conducta trazada por un puñado de individuos.
"Los hombres son infelices en la actualidad, no porque sean malvados, sino porque son de mente estrecha". - J. NOVICOW.
Contra la magistratura y la ley, el poder de castigar, porque los anarquistas no reconocen en ningún hombre el derecho de condenar, de castigar a otro hombre, y porque, además, las debilidades humanas se encuentran en todos los hombres -aunque sean magistrados-; porque el "castigo" es una concepción anticuada, producto de ideas religiosas, dogmáticas, y ya no se justifica en una época en la que la ciencia ha establecido claramente que el individuo está sujeto a las influencias de su entorno en gran medida.
"Según seas poderoso o miserable, las sentencias judiciales te harán blanco o negro" - LAFONTAINE.
Contra el estatismo en todas sus formas, porque bajo el pretexto de prevenir los abusos, proteger a las personas y los bienes y regular las relaciones sociales, da lugar al Estado y a sus múltiples engranajes, crea poderes constituidos, impulsa una intervención cada vez mayor, obstaculiza la vida pública y privada, restringe las libertades hasta abolirlas, destruye las iniciativas y distorsiona la conciencia pública; que finalmente el Estado no es más que un instrumento de dominación puesto a disposición del partido que consiga hacerse con él.
"El Estado es la maldición del individuo... ¡Abajo el Estado! Participaré en esta revolución. Socavemos toda la concepción del Estado, declaremos que la agrupación libre y la afinidad espiritual son las únicas condiciones de toda unión, y tendremos el comienzo de una libertad que vale la pena." - H. IBSEN.
Contra el matrimonio legal y la familia, porque son inmorales y peligrosos; porque crean amos donde sólo debería haber amigos, y esclavizan al hombre, a la mujer y a los niños; porque dan lugar a la compresión pasional.
"La familia es el lugar donde uno es amado. - Barón de NERVO.
Contra toda moral dogmática, con obligaciones y sanciones externas o convencionales, porque forman un conjunto de mandamientos, son irracionales y sirven para justificar la peor deshonestidad.
"El espíritu científico... lucha constantemente contra el espíritu de autoridad dentro de las sociedades; también luchará contra la autoridad dentro de la conciencia. "M. GUYAU.
Contra la sociedad burguesa en su conjunto, porque se basa en la fuerza bruta, porque crea y mantiene la miseria y la ignorancia, porque deja morir de hambre a miles de personas al lado de tiendas sobreabastecidas, porque bastardea las razas, porque su organización es anormal y anacrónica.
"La sociedad (hoy) es una enorme máquina de hacer bribones". - FRONTERAS.
Los anarquistas combaten enérgicamente las causas y los efectos descritos sucintamente más arriba; los anarquistas son, pues, antipropietarios, antiautoritarios, antirreligiosos, antimilitaristas y antiparlamentarios.
La discusión anterior se refiere esencialmente a las teorías de derrocamiento de la organización social actual. A continuación, expondremos las teorías de la reconstrucción social.
La sociedad del futuro
Los anarquistas quieren derrocar la actual sociedad burguesa y capitalista, no para vivir sin organización social, como insinúan algunos tontos, sino para sustituirla por una sociedad más acorde con el progreso y la civilización.
Por supuesto, en lo que se refiere a la organización social que sustituirá a la actual sociedad capitalista, debemos ser extremadamente cautelosos, ya que está bastante claro que, aunque tenemos derecho a hacer ciertas conjeturas, nadie puede predecir exactamente cómo funcionará la sociedad del mañana. Por lo tanto, los anarquistas se aplican sobre todo a demoler el Mal de hoy, dejando a los hombres de mañana el cuidado de dar a la sociedad futura su forma definitiva y de regular sus detalles, tanto más cuanto que esta forma surgirá por sí misma, fatalmente, bajo la presión de los acontecimientos y de las necesidades; pero es seguro que será tanto más perfecta cuanto más nos hayamos aplicado a destruir los prejuicios.
Sintéticamente, los anarquistas tienen como ideal el comunismo anarquista. Sébastien Faure la definió en su libro La Douleur universelle:
"Un medio social que asegure a cada individuo toda la suma de felicidad adecuada a cualquier época, al desarrollo progresivo de la humanidad".
El principio fundamental es éste: los anarquistas quieren fundar una sociedad en la que cada ser humano pueda consumir según sus necesidades y producir según sus fuerzas.
De ello se desprende que propagan ciertas doctrinas; son en particular:
Por el comunismo, por la apropiación comunista del suelo, del subsuelo, de los instrumentos de producción y de los objetos de consumo, y ello con vistas a garantizar el desarrollo físico de todos y cada uno.
Por la autonomía individual, es decir, por la mayor libertad posible, porque la libertad es un derecho natural e imprescriptible; porque el progreso tiende a aumentar la libertad individual; porque el uso de la libertad es el mejor medio para lograr la armonía entre los hombres; porque la libertad asegurará el desarrollo moral de todos y cada uno.
Por el libre examen, por la libertad de la ciencia y de la experimentación, porque es la única manera de permitir la expansión del progreso, la manifestación de la verdad y el desarrollo intelectual de todos y cada uno.
Por la unión libre, o el amor libre, es decir, la libertad de amor, o la supresión de todas las restricciones que crean hogares antinaturales o impiden a dos seres, que consienten libremente, amarse libremente; porque es probable que libere a las mujeres, así como a los hombres, de la tiranía de los prejuicios; porque ayudará a liberar las afinidades y a introducir en las relaciones amorosas la libertad de ritmo y de elección sin la cual no hay verdadero amor
Por la fraternidad humana, y por la solidaridad fraterna, destinada a sustituir a la odiosa y degradante caridad; porque el apoyo mutuo es una necesidad y una ley natural.
Generalidades
La moral anarquista no procede de ninguna legislación o dogma. Reconoce francamente que toda acción está impulsada por la necesidad, lo que le da la base de la autonomía individual. Es absolutamente personal y no tiene más regla que el conjunto de convicciones propias de cada ser humano y que normalmente se derivan de las necesidades sociales. Pero precisamente, y más que cualquier otra, esta moral individual tiende necesariamente a traducirse en acciones altruistas y comunistas, en virtud del elevado y racional principio de que el individuo sólo alcanza la perfección personal a través de la perfección común. Su base es, pues, el desarrollo de la voluntad humana.
El individualismo. - Dado que el valor de una sociedad depende del valor personal de los individuos que la componen, los anarquistas creen que, en interés de todos y de cada uno, cada individuo debe tratar de desarrollarse plenamente: física, intelectual y moralmente.
Los anarquistas son, pues, individualistas y comunistas al mismo tiempo; pero su individualismo no está más cerca del individualismo burgués, manchesteriano o stirneriano que su comunismo del comunismo de los conventos o de Platón. Lo que quieren es identificar el interés de cada individuo con el de todos.
Acción anarquista
Partido político. - Los anarquistas no constituyen un partido político, en el sentido de que no participan en la elección, el ejercicio o la defensa de los poderes constituidos: los combaten todos. No hacen política en el sentido vulgar de la palabra y, lógicamente, los anarquistas no pueden realizar ninguna acción relacionada con el gobierno sin romper con sus principios y dejar de merecer el nombre de anarquista.
Los anarquistas tampoco forman un partido constituido, ya que no tienen ni líderes ni reglamentos. Cada uno de ellos sigue siendo perfectamente autónomo. Sólo existe el vínculo moral entre ellos, incluso en el caso de un acuerdo temporal, que puede existir debido a sus amplias concepciones compartidas. Sin embargo, de acuerdo con sus teorías humanitarias, muestran de buen grado la solidaridad material en muchas ocasiones.
La propaganda o la acción de los anarquistas se lleva a cabo de varias maneras. Creen que pueden utilizar todos los medios que no contradigan sus teorías. - En particular:
1. educación integral (círculos de estudio, escuelas, conferencias, periódicos, folletos, libros, etc.) ;
2. el desarrollo de la dignidad personal, el espíritu de independencia y los sentimientos de solidaridad
3. La acción directa, es decir, la presión sobre los dominadores y la preparación de las mentes para la huelga-revolución general.
Evolución y revolución. - Los anarquistas son obviamente evolucionistas; la ciencia demuestra que todo se transforma perpetuamente, que la naturaleza no procede a saltos, que todo hecho está determinado por una causa anterior. Pero es evidente que la evolución puede ralentizarse o acelerarse bajo la influencia de determinados factores. La ralentización de la evolución social no es otra cosa que la ruptura del equilibrio entre el progreso científico e industrial y el sistema social; está determinada por los conservadores que tienen -o creen tener- interés en mantener las instituciones existentes. Esta resistencia determina necesariamente un impulso en sentido contrario, que tiende a restablecer el equilibrio roto, devolviendo bruscamente las instituciones al nivel de la evolución de las ideas y de las cosas: estos movimientos bruscos son las revoluciones. Por lo tanto, todo evolucionista debe convertirse en un revolucionario cuando se rompe el equilibrio, como ocurre en la actualidad.
Además, la evolución social no es más que una cadena de revoluciones, perceptibles o no a nuestro entender -- los anarquistas son por tanto revolucionarios porque son evolucionistas.
Los actos de revuelta, individuales o colectivos, sin ser estrictamente provocados por las teorías anarquistas, pueden ser una consecuencia de las mismas, indirectamente. Generalmente se producen cuando los individuos imbuidos de ideas anarquistas -esta condición no es, sin embargo, indispensable- son atacados violentamente por una organización capitalista y autoritaria.
Anarquismo y reformismo
Aunque no se oponen a las llamadas REFORMAS, los anarquistas señalan constantemente a los trabajadores que son incapaces de mejorar significativamente su situación, ya que los efectos sólo pueden eliminarse eliminando las causas.
Las reformas son concesiones, más aparentes que reales, que la clase capitalista hace a los trabajadores para mantenerse en el poder aniquilando el espíritu de rebeldía que los anima. Es en esta acción emoliente del reformismo donde reside el grave peligro que los anarquistas denuncian incansablemente, al oponerlo a la necesidad de la expropiación total de la burguesía. Hechas estas salvedades, los anarquistas constatan que la aparición de reformas continúa inevitablemente en el curso regular de la evolución y del progreso, tanto en el ámbito social como en el industrial. El proletariado puede, naturalmente, obtener algunas ventajas; pero estas ventajas son proporcionales a la energía revolucionaria que la clase obrera habrá desplegado para obtenerlas. En definitiva, mucho más que las reformas en sí mismas, la acción educativa de la lucha por obtenerlas es útil para la causa proletaria.
Sindicalismo
En cuanto a la CUESTIÓN SINDICAL, sigue siendo controvertida en algunos círculos anarquistas. Aunque la gran mayoría de los trabajadores anarquistas están afiliados a los sindicatos, luchan sin embargo contra ciertos métodos autoritarios e ineficaces utilizados por los sindicatos.
Para los anarquistas, el sindicato debe ser una organización de clase, situándose en un terreno netamente revolucionario mediante la aplicación constante de métodos de acción directa. Federados, pero descentralizados, dejando la mayor autonomía posible a los sindicatos, estos organismos deben encontrar en el sindicato un apoyo, y no un obstáculo a su actividad, como ocurre con demasiada frecuencia en las organizaciones muy centralizadas.
Reducir al mínimo -si no abolir por completo- el funcionalismo sindical; confiar menos en los grandes saldos de caja que en la conciencia y la energía de los afiliados, tal es la concepción sindical aceptada por la mayoría de los anarquistas.
Comentarios
Los anarquistas luchan contra la sociedad burguesa porque se ha demostrado que en ella el sufrimiento es universal, de arriba abajo, en todas las clases. Hay sufrimiento moral entre los ricos, así como sufrimiento físico entre los pobres. Se ha demostrado que la organización social actual es, por así decirlo, la única causa de este dolor. Es en vano tratar de responsabilizar a la naturaleza de ello. ¿Es por lo tanto porque hay escasez de trigo que M. Aurélien Scholl escribió en Le Matin, el 26 de abril de 1892: "¿Es posible lo que hemos leído; se dice que 90.000 personas han muerto de hambre en Francia, en un año! en Francia, el país más rico de Europa, el que, rodeado por una muralla de China, tiene suficiente para alimentar a todos sus habitantes!
No podemos culpar al individuo: producto del entorno, esencialmente determinado por las circunstancias para ser bueno o malo, es irresponsable en la mayoría de los casos. Como dijo Michelet: "Como el nido, como el pájaro, los ambientes, las circunstancias y los hábitos nos hacen". Esta visión, ejemplificada por Lamark, Darwin, etc., se ha convertido en un axioma biológico.
El verdadero culpable es la sociedad en la que se pone en práctica la fórmula "Todo es para unos pocos". A esta sociedad le debemos el trabajo asalariado, con su reguero de huelguistas, parados y vagabundos hambrientos; crea el parasitismo, la explotación, la competencia, el acaparamiento, la codicia, la avaricia, el robo, la sofisticación, la miseria y la prostitución; Apoya la superstición, la religión, la hipocresía y la ignorancia; distorsiona la educación, conduce a la delincuencia, da lugar a la compresión pasional; da lugar a la corrupción, la opresión y la injusticia.
Pero su reinado está llegando, sin duda, a su fin. Está claro que la distancia entre lo que es y lo que podría ser, lo que debería ser, es demasiado grande, tanto si hablamos del sentimiento de JUSTICIA como de los descubrimientos científicos. A uno le repugna que cada nuevo invento traiga consigo un aumento de la miseria para los trabajadores. Con la educación y la miseria en aumento, las masas aspiran cada vez más a la liberación, y sólo resistiendo o fingiendo someterse a ella nuestros dirigentes consiguen aplazar el día de la liberación.
Las masas son atraídas con promesas y los políticos están dispuestos a engañarlas, pero este engaño sólo durará poco tiempo.
Fatalmente, cada día nos acerca un poco más a la era de la libertad por la que luchan los anarquistas, preparando las mentes de la gente para una transformación completa de la sociedad. Desarrollan el espíritu de revuelta porque saben, como dice Élisée Reclus, "que ningún progreso, ni total ni parcial, se ha realizado jamás sin una revolución violenta"; se puede lamentar, no se puede negar, la historia, incluso la contemporánea, lo atestigua. Sin embargo, en sentido estricto, los anarquistas no preparan disturbios ni revoluciones; saben que estos movimientos no pueden crearse artificialmente; saben que la arbitrariedad gubernamental y la explotación capitalista empujarán a las masas -que deben ser educadas en consecuencia- a una gigantesca huelga general, preludio de una revolución social -que debemos esperar que sea lo menos brutal posible.
Los anarquistas ya están preparando a los oprimidos para esta eventualidad. El día de su realización, estarán en todas partes -quizás sean la masa, entonces- para que esta revolución sea finalmente fructífera, verdaderamente social, y se desarrolle en la dirección de la expropiación capitalista y la supresión de las instituciones burguesas.
Bajo el impulso anarquista, aboliendo todo valor representativo (dinero o cupones de trabajo), suprimiendo todo vestigio de propiedad y de autoridad, el pueblo se apoderará de los alimentos, del vestido y de la vivienda; se apoderará de las fábricas y de las herramientas y las hará funcionar en beneficio del común. Bien alimentados, los hombres trabajarán con gusto en talleres higiénicamente transformados. Alejado del patrón, del explotador, el trabajo será entonces una comodidad, el ejercicio normal de las facultades humanas. - Será tanto más productivo cuanto que (liberados los inventores de la cuestión del dinero) el progreso industrial avanzará a pasos agigantados, aligerando una tarea que podría ser demasiado pesada.
La bondad será natural en la nueva sociedad donde la gente será feliz. - La mujer habrá conquistado su completa libertad al lado de su compañero liberado - los niños y los ancianos serán amados y respetados.
Entonces la ciencia y el arte habrán dejado de ser ignorados; todos los hombres tendrán la oportunidad de entregarse a ellos; las mentes estarán sanas en cuerpos sanos.
Los hombres se regenerarán; en el comunismo, la humanidad vivirá una vida próspera de evolución normal. No cabe duda de que el dolor siempre existirá, pues es algo humano, pero con las necesidades primordiales satisfechas, perderá gran parte de su agudeza.
Conclusiones
Los anarquistas no son más que un número de individuos de diferentes razas y temperamentos, que profesan opiniones socialistas-anarquistas idénticas en sus líneas generales. Sin pedir otra satisfacción, otra recompensa, que la del trabajo realizado, que activar su propia emancipación, buscan derrocar la inhumana y estúpida sociedad burguesa y capitalista, y sustituirla por una sociedad de paz y armonía.
Considerando que, aunque algunas de las instituciones actuales hayan tenido su razón de ser, se han vuelto anacrónicas, anormales y peligrosas para el género humano; considerando que los individuos no están hechos para la sociedad sino que, por el contrario, la sociedad es creada por los individuos para aumentar su suma de felicidad y que, además, las sociedades se transforman perpetuamente, los anarquistas concluyen que la sociedad actual debe ser transformada.
De un examen objetivo se desprende que la sociedad tiende a transformarse en dirección comunista y anarquista.
Así lo demuestran los trabajos científicos de nuestros días. Para convencerse de ello, basta con estudiar las obras de Darwin, Hæckel, Büchner, H. Spencer, Letourneau, Max Nordau, Kropotkin, Reclus, etc., por mencionar sólo las más conocidas e importantes. - Basta con examinar las nuevas producciones literarias y artísticas y observar las tendencias económicas.
Para demostrar la validez de esta afirmación, basta con recordar los innumerables testimonios que se encuentran en la mayoría de las obras de los pensadores que son la gloria y la fuerza de la humanidad. El modesto formato de este folleto lo impide, y apenas hemos encontrado espacio para insertar las pocas reflexiones que nos han venido al azar de la memoria.
Además, no es difícil para cualquier interesado encontrarlos; tanto más cuanto que existe en la actualidad una literatura anarquista muy bien provista, en la que no se ha descuidado la contribución de estudiosos ajenos a nuestras opiniones.
Queremos llamar especialmente la atención del lector sobre esta observación: científicamente, el anarquismo es una consecuencia directa de la demostración del transformismo biológico, de la teoría de los ambientes expuesta por Lamarck y desarrollada desde entonces por la mayoría de los científicos. en otras palabras: el anarquismo pretende la aplicación en sociología de los descubrimientos de la ciencia moderna.
Por eso:
1. el anarquismo no es una concepción utópica;
2. no es fruto del espíritu del sistema;
3. está en estrecha correlación con el movimiento científico contemporáneo;
4. está corroborado por las aportaciones de la mayoría de los estudiosos;
5. es, sin duda, la expresión sociológica más exacta de la verdad adecuada a nuestro tiempo (y esto por todos los motivos: científicos, económicos, políticos y morales) de la que, en definitiva, los anarquistas no son más que los divulgadores.
El anarquismo no formula ninguna regla definitiva, está en constante evolución: sigue a la ciencia paso a paso. Si el anarquismo se encontrara en conflicto con la verdad, es al anarquismo al que los anarquistas renunciarían. Por último, el anarquismo es también el resultado lógico de las tendencias hacia el comunismo y la libertad a las que las masas se dedican instintivamente. Hacia este ideal marcha la humanidad, consciente o inconscientemente.
¡Eso es el anarquismo! ¡Ni más ni menos!
¿Por qué este noble ideal es combatido por algunos y despreciado por otros?
1. La combaten quienes viven de la explotación y la ignorancia; quienes anteponen su interés personal al interés común, y a quienes les importa poco que su felicidad se construya sobre la desgracia de los demás. No perdonan que el anarquismo ponga en riesgo sus monstruosos privilegios.
2. La descuidan los ignorantes, cegados por los malos pastores, que prefieren engañarse a sí mismos.
3. Aparte de ellos, hay un puñado de hombres que han entendido, que saben lo que quieren y que quieren lo que saben: son los anarquistas. Desdeñando los compromisos y las mentiras, luchan por la Verdad.
Sus concepciones son fructíferas no sólo para el futuro, sino también y sobre todo para el presente, por las ventajas inmediatas que pueden aportar.
... ¡Lector! ¿En qué categoría te vas a colocar?
"Este texto es absolutamente claro: las interpretaciones sólo serán abusivas si son falsas". - Élisée Reclus.
Georges Thonar
[ Georges Thonar, cuyo verdadero nombre era Gérard Debehognes, nacido el 3 de marzo de 1875 en Huy (Lieja) y fallecido a principios de diciembre de 1918 en Gironda (Francia), fue un tipógrafo e impresor, sindicalista revolucionario y comunista libertario. ]
FUENTE: Biblioteca Anarquista
FUENTE INICIAL : Forum Libertaire
Traducido por Jorge Joya
Original: www.socialisme-libertaire.fr/2018/01/ce-que-veulent-les-anarchistes.ht