A todos nos gustan los rincones secretos, esos que parecen quedar fuera de las guías turísticas más típicas, los que con orgullo enseñamos a nuestros amigos y familiares cuando nos vienen a visitar porque solo nosotros conocemos. Quien dice nosotros dice nosotros y cuatro personas más, aunque la verdad es que con esto de Internet cada vez es más complicado guardarse la exclusiva de los lugares.