El hacker conocido solo por su alias en línea, Profexer, era discreto. Escribía códigos de cómputo solo en un departamento y vendía su obra sin llamar la atención en la porción anónima de internet conocida como la red oscura. El invierno del año pasado, desapareció por completo. Las publicaciones de Profexer, a las que solo tenían acceso un pequeño grupo de hackers y cibercriminales, dieron sus últimas señales de vida en enero —días después de que los servicios de inteligencia estadounidense identificaron públicamente un programa que él había..