"Los 'nativos digitales' son los primeros niños con un coeficiente intelectual más bajo que sus padres". Con ese provocador titular, la BBC publicaba hace unos días una entrevista a Michel Desmurget, un investigador francés que acaba de publicar en España 'La fábrica de cretinos digitales', un libro sobre pantallas, mitos y neurociencia. Y, como periodista, lo entiendo. Es una frase redonda, tiene pegada y funciona bien.