Después de que el juez citase como testigo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los socialistas hablaron abiertamente de una “investigación prospectiva”, en línea con el abogado Antonio Camacho, exfiscal y exministro socialista, para advertir que este procedimiento está “prohibido”. Mientras Moncloa optó por el silencio tras conocerse la citación, Ferraz y el grupo socialista en el Congreso, a través de su portavoz Patxi López, asumieron la réplica para cargar ya no contra la acusación, sino contra las supuestas irregularidades