Mucha gente que lucha contra el Mal no ha luchado en su puta vida contra nada, no se ha creado un problema directo, no ha denunciado una pequeña irregularidad en su sector laboral, en su empresa, en su periódico, en las películas que ha hecho, en su centro de trabajo; pero el Fascismo, así con mayúsculas, no les da miedo. Es el enemigo que estaban esperando, el único capaz de despertar en ellos la valentía, inencontrable en todo lo demás.