Aislados en residencias presidenciales, a bordo de jets privados, helicópteros o incluso yates. No vuelan en vuelos comerciales, no asisten a escuelas ni jardines de infancia, y rara vez ven a su padre. Tienen cuatro niñeras, chefs personales que preparan comidas individuales para ellos, tienen sus propias tazas y beben exclusivamente de ellas. Los chicos son enseñados por tutores ingleses y alemanes. Casi todas las residencias tienen un complejo deportivo con gimnasio y piscina. El Servicio de Seguridad Presidencial siempre está cerca.

Loca ficción patrocinada por el estado, viajes temporales y ese malvado imperio británico, camarada Hitler, Stalin aprendiz de darth vader y otras maravillas.

Realmente lo que pasó en Rusia no fue diferente a lo que ocurrió en otros países: la necesidad de renovar la estrategia geopolítica basándose en los retos sociopolíticos y tecnológicos de la actualidad basadas en la inmediatez, la comunicación, los medios de comunicación masivos y la capacidad de conocer, estimar y planificar operaciones psicológicas alrededor del mundo y frente a cualquier enemigo.

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha aterrizado este martes en Corea del Norte y, poco después de una reunión de dos horas con el dictador Kim Jong-un, ambos mandatarios han comparecido para solicitar formalmente el ingreso de sus respectivos países en la Unión Europea. En un comunicado conjunto, han reconocido los «importantes avances» que ha hecho Europa a la hora de «propiciar un acercamiento a nuestros valores», mostrándose abiertos a un cambio en las relaciones diplomáticas «ahora que parece que hablamos un idioma común».

En el siglo XVII Suecia era una gran potencia militar y pasaba la mayor parte de su tiempo libre destrozándole la cara a Austria, Rusia, Dinamarca y Polonia-Lituania, pero hoy en día definitivamente ya no se la considera una gran potencia. ¿Por qué no? Para averiguarlo vea este breve y sencillo documental de historia animado.

Ha sido confundida como una genuina canción folclórica, pero realmente fue escrita por el compositor Iván Petróvich Lariónov (1830-1889) en 1860, e interpretada por primera vez en Sarátov como parte de una obra teatral que él había compuesto.

-¿Y los atletas israelíes? -Pues en igualdad de condiciones: sin bandera rusa, sin símbolos nacionales rusos, sin himno ruso…

Para la línea dura del oficialismo ruso, Ucrania no es suficiente. Un ejemplo vívido es el del programa del conocido propagandista del Primer Canal – Pervy Kanal en ruso, estatal- Vladímir Solovyov, donde los invitados que hablan de invadir Suecia o bombardear capitales europeas son bienvenidos. No es un programa satírico, ni de ficción, son personas pagadas por los medios estatales rusos (por lo tanto por el Estado ruso) que pontifican sobre qué países podrían o deberían ser los siguientes en el punto de mira de Moscú.

A pesar de partir con desventaja en los sondeos previos, finalmente el presidente ruso revalidará su cargo gracias a un apretado, pero suficiente 106% de los votos.

Humor. Parece una especie de Benny Hill ruso de los noventa. Humor mudo, sin problemas de idioma.

En el transcurso de la cumbre europea celebrada hoy en Granada, varios miembros de la diplomacia española no han sabido cómo informar al líder ucraniano Volodímir Zelenski de que las toallas son propiedad del hotel. Al ver que, de la maleta del presidente ucraniano, salía un trozo de toalla, los diplomáticos se han reunido para evaluar la situación, pero ninguno de ellos se ha atrevido finalmente a decir nada.

Rusia exige una indemnización a Noruega por los renos desbocados que han penetrado en territorio ruso. Ambos países comparten frontera en el Ártico. Y aunque existe una valla para impedir que los renos crucen la frontera, esa barrera data de 1954 y algunas partes están en mal estado, según declaró el jueves pasado la Dirección de Agricultura noruega. La valla en mal estado ha permitido a 42 renos cruzar a Rusia este año en busca de mejores pastos en Pasvik Zapovednik, un parque nacional ruso.