Los amigos y compañeros de Carlos, aprovechando el pasado puente, prepararon un viaje al Caribe y allí empezó el desmadre. Sexo, alcohol, strepteases, orgías, tríos, lo normal en un evento de estas características, todo ello perfectamente grabado por los asistentes y enviado al grupo WhatsApp que compartían. Al no ser amigos comunes, ninguno de ellos se percató que uno de los participantes, un tal Luis, era en realidad la mujer de uno de ellos, que se había infiltrado.
