Kimagure Orange Road, a primera vista, limitándonos a la carátula y la lectura de su sinopsis, da la impresión de ser la misma romcom que gira alrededor de una serie de malentendidos y enredos de índole romántica que se mantienen indefinidamente hasta que la popularidad de la obra decae y llega el bendito final. Esta afirmación es parcialmente verdadera, pero hay que matizarla. Como punto de partida, y aunque no sigue una fórmula rígida al estructurar los episodios, la adaptación juega con la ambigua relación del triángulo amoroso.