Hablé largamente con más de 40 mujeres de entre 20 y 50 años. Ellas me contaron su historia anticonceptiva en profundidad. Así pues, esto es un collage que, mirado de lejos, podría parecerse a un retrato de la mujer actual ante los anticonceptivos. Esta tribu iracunda que habla se ha resignado al hecho de que, para evitar poblar el mundo de serecillos encantadores que lloran pidiendo pis y agua, deben chutarse en el cuerpo todo tipo de mejunjes hormonales que las esterilicen temporalmente. Cierto es que esperaba quejas por efectos secundarios..