Rita Ora pasó como un vendaval por Madrid la noche del jueves 3 de julio. Como la tormenta que horas antes asoló la capital de España, la artista kosovar, en tan sólo 40 minutos, dejó al público que abarrotaba la sala Joy Eslava, con la sensación de que todo había pasado muy rápido. El evento, promovido por Sony Mobile, estaba pensado como lucimiento exclusivo de la diva, y como aperitivo del álbum que ultima de cara al final del verano. Es la primera vez que actúa en solitario, aunque ya la hemos visto por estos lares como telonera de Coldplay