A Dalian Atkinson, el primer jugador negro que militó en el club donostiarra, lo conocí en el hotel Orly de San Sebastián. En esa época yo trabajaba allí como recepcionista y él se alojó en una de nuestras habitaciones nada más aterrizar en la ciudad procedente del Sheffield inglés. Vino muy joven, solo y sin saber ni una palabra de castellano. Lo veía vagar como un alma en pena por el hotel, sin demasiada ayuda para integrarse. Así que una tarde le propuse salir con unos compañeros a tomar algo al acabar el turno.

Juan Carlos I ya está en el aeropuerto esperando a que lleguen. Al cierre de la edición, la prensa ha podido saber que el vuelo de Madrid con destino a Abu Dabi ha tenido que dar la vuelta porque dos pasajeros ebrios han empezado a discutir sobre la independencia de Cataluña y uno de ellos ha sacado una navaja.

Resumen semanal de Miguel Charisteas: Mandan a Froilán a Abu Dabi con su abuelo, alquiler gratis, el Metro de San Fernando, el Madrid juega sin españoles, la liada de Brasil, Elon Musk bate un récord Guinness...

Hay una solución a todos sus dramas y disgustos, porque la corona es muy pesada. Bastaría con preguntarnos

Froilán preguntó por su caballo y su espada (pese a que no tiene asignada ninguna) dispuesto a salir a cabalgar para «cortar las cabezas de los traidores que han osado ofenderme» (según sus propias palabras). Los miembros del servicio tuvieron que explicarle que no había ninguna espada en la casa y que carecía de «hombres fieles» con los que poder «cabalgar». «Pues que vengan a luchar con su señor los campesinos que podamos reunir», contestó Froilán, según las fuentes.

Felipe IV confía en que Froilán pronto deje las armas blancas por los puños, que más adelante deje los puños por los insultos y que acabe comportándose como una persona normal y corriente. “La tendencia es muy positiva”, se sincera el jefe del Estado. “Nos está dando toda una lección de evolución a todos”. “A ver, dejar las armas de fuego no es fácil”, admite su abuelo el rey emérito Juan Carlos I, desde Abu Dhabi. Desde la Familia Real coinciden en recalcar que el comportamiento del sobrino del Rey es cada…

Nikko, residente en San Francisco, es un comensal exigente y sensible. Pero el domingo encontró oro en un nuevo restaurante de moda del Distrito de la Misión, donde cenó un tartar de filete mignon cortado a mano y cubierto con un huevo de codorniz escalfado. El chef, que elabora el menú de temporada basándose en lo que está disponible en las granjas orgánicas locales, incluso se acercó a su mesa para saludarle al terminar la comida.Nikko, por cierto, es un Shiba Inu de 4,5 años. Fue a probar Dogue, que podría servir el primer menú canino (...)

El cambio de modelo de Canteli, deja imágenes de zonas desérticas