Preciosas, semipreciosas, en bruto o pulidas… dicen que cada piedra elige su dueño y aparece en su vida para armonizar algún aspecto de su vida, y sobre todo que interactúa con su bioenergía. Creemos en el poder de la naturaleza y los elementos que la integran, aunque hemos de destacar que por la sutileza que tienen, ayudan a mejorar afecciones personales pero no son un método de curación autónomo sino un complemento de ellos.