En esta época del año llueve mucho en Tel-aviv, así que los caracoles, que adoran la humedad, salen. Como este caracol en particular, al que una mujer pisó por accidente. Resulta que la mujer que lo hirió cree que todas las vidas importan, así que lo llevo rápidamente a un veterinario. Allí empezaron a arreglarle el caparazón.
|
etiquetas: caracol , veterinario , concha , caparazón