Hay una época crucial cuya influencia sigue llegando hasta a nosotros casi a diario. Se trata precisamente del periodo en el que transcurre la serie de la BBC Yo, Claudio, uno de los mejores productos televisivos de la historia [..] La serie no ha envejecido nada; resulta increíble, sobre todo en estos tiempos de desbordantes efectos especiales, cómo la solidez del guion y de las interpretaciones hace invisible la falta de medios. Yo, Claudio es, en todos los sentidos, un triunfo de la inteligencia.