Los niños sobreadaptados son los que, a simple vista, denominaríamos hijos y alumnos modélicos. Son infantes que siempre hacen lo que se espera de ellos; no molestan, no interrumpen, obedecen, son buenos y responsables. Estas características que son percibidas como tan positivas por parte de los adultos, en realidad constituyen una señal de alarma. Y es que la infancia es, por naturaleza, ruidosa, llamativa y disruptiva en ocasiones.