El PP quiere hacernos creer que un imputado no es un imputado, que la corrupción no es corrupción y que están cumpliendo el pacto de regeneración con Ciudadanos aunque realmente lo están incumpliendo; Rafael Catalá, afirmó la semana pasada que prevaricar no es corrupción. Todo el caso del señor de Murcia es altamente sospechoso y apunta a la mano negra de Catalá. Éste es el mismo ministro que pedía prisión preventiva para los titiriteros y que ahora no la ve necesaria para Urdangarín. Esto no es un ministro de Justicia es un fontanero..
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