Los restos de Adolf Hitler fueron quemados y en aquel lugar ahora hay un parking y un columpio para los niños. Los de Hermann Göring fueron arrojados al río Isar desde un puente de Münich. La tumba de Reynhard Heydrich es una piedra sin nombre casi imposible de encontrar en el cementerio de Invalidenfriehof (Berlin). Las cenizas de Adolf Eichmann fueron arrojadas a aguas internacionales por una nave de la armada israelí que salió del puerto de Jaffa. El cadáver incinerado de Joseph Goebbels fue arrojado al río Bideritz desde Schweinebrücke.
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