Veinticinco años después de aquel post modesto, pero fundacional, Linux hace funcionar los servidores de Google, de Amazon, de las bolsas de valores de Nueva York y de Londres, y los del mercado financiero de Chicago. Wikipedia y DreamWorks usan Linux. El banco de Brasil y la línea de bandera de los Países Bajos, KLM, usan Linux. La NASA usa Linux. Y el Gran Colisionador de Hadrones —la Máquina de Dios— corre gracias a una de las muchas variantes (distribuciones, en la jerga) de Linux. Casi el 99% de las supercomputadoras del mundo usa Linux.