¿Qué eliminarías de esta lista? (eliminarías, no añadirías)
1. Salario mínimo de 1.200 euros mensuales. Subidas anuales durante la legislatura hasta llegar a 1.200
2. Regulación de los precios del alquiler
3. La reforma de la factura de la luz
4. Una tasa mínima del 15% para el impuesto de sociedades (pymes del 25% al 23%)
5. Creación de un impuesto a las grandes fortunas
6. Subida del IRPF a las rentas altas (100.000 euros hasta el 47%)
7. Impuesto a la banca. que la banca devuelva los 60.000 millones de euros del rescate a través de un recargo temporal
8. Plan Horizonte Verde, que España consuma toda su energía procedente de fuentes renovables en el año 2040
9. Financiación de las campañas electorales de los partidos. La prohibición de que los partidos políticos se financien a través de créditos bancarios.
10. Derogación de las reformas laborales
11. Permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles
12. Prohibición de los desahucios sin alternativa y dación en pago
13. Educación gratuita de 0 a 3 años
14. Mantener Bankia en el sector público
15. Reforma de la Constitución. Derogación del artículo 135 de la Constitución, la supresión de los aforamientos y la eliminación de la cláusula por la cual el rey es irresponsable ante la ley.
16. Reforma de la ley electoral
"El otro día tuve que entrar a un lujoso hotel por temas profesionales. Debía ver a mi cliente en la habitación 307, pero como soy bastante despistado me equivoqué y entré en la 703, que tenía la puerta entreabierta. Allí contemplé la escena más escabrosa que jamás pude imaginar. Abascal estaba usando al alcalde de Madrid (concretamente su cabeza) como consolador gigante para satisfacer a la cabra de la legión. Y lo peor es que, desafiando las leyes de la física, la cosa parecía funcionar".
Si yo afirmase en serio lo que acabo de escribir entrecomillado, sería indudablemente demandado por los protagonistas (y tal vez por alguna asociación defensora de la dignidad de las cabras). Y sería justamente condenado. Porque la libertad de expresión tiene como límites el insulto desnudo y la imputación de hechos falsos de forma consciente para denigrar a la víctima de tales imputaciones, sobre todo si quien te injuria te está imputando la comisión no ya de hechos socialmente reprobables, sino directamente de delitos.
Digo lo anterior pensando en quienes se rasgan las vestiduras porque twitter haya tomado medidas contra la cuenta de Vox a raíz de que en ésta se acusase al Gobierno de "fomentar la pederastia" en los colegios públicos. Es una afirmación falsa, realizada maliciosamente y con pleno conocimiento de su falsedad, e implica la imputación de un delito a los miembros del Gobierno. Es, jurídicamente hablando, un delito de calumnias. Por eso, e independientemente de que se tomen medidas para llevar a los tribunales a sus autores, es justo que se les impida seguirlo haciendo.
Y un apunte más: el otro día en una entrevista reprocharon a Abascal la campaña de propaganda por el PIN parental en la que afirmaban que serviría para evitar las atrocidades que en muchos colegios se realizaban, y que consistían en clases de masturbación y uso de juguetes sexuales www.elespanol.com/reportajes/20200121/parental-propagados-vox-violacio Cuando el periodista le dijo que eso era rotundamente falso y que todos los vídeos e imágenes que habían difundido no correspondían a colegios españoles, Abascal dijo con todo el morro que efectivamente no correspondían a colegios españoles, pero eran cosas que podrían llegar a pasar en nuestros colegios si no se implantaba el PIN parental.
Imaginaos que yo quiero criticar la actividad profesional de un médico y hago un vídeo donde aparece un quirófano del Tercer Mundo con un paciente operado sin anestesia junto al letrero "Consulta del Dr. X ¿De verdad vas a jugártela?". Y cuando el médico me demanda por vulnerar su derecho al honor, respondo "vale, el vídeo no responde a su quirófano, pero con lo mal médico que es su quirófano estará así dentro de unos años". Mi condena será segura.
Y es que la libertad de expresión no ampara ni el insulto gratuito ni la mentira consciente y deliberada para dañar la imagen del prójimo imputándole hechos socialmente denostados o incluso delictivos. Quienes los usan son miserables manipuladores que no respetan lo más mínimo la inteligencia del público al que se dirigen. Pero también son delincuentes, y la Justicia debe actuar.
Charlton Brooker, creador de Black Mirror, hablaba en 2017 de la #trendecency, algo así como una transformción de las causas solidarias en una tendencia más, es decir, la marketinización de la bondad.
Esta mañana varias instagramers latinas y españolas, famosas por sus resbalones clasistas y, en algunos casos, racistas, han inundado sus perfiles con el BLM (las vidas negras importan) con el fondo negro.
Sucede con el lazo rosa en perfiles de personas que votan a partidos que recortan en sanidad. Sucede con el crespón negro en una bandera española, mientras voto a partidos que pusieron el palo en la rueda que no terminó de girar cuando más lo necesitábamos ante la pandemia. Sucede con aquel marco que crearon para el niño al que sus padres drogadictos mataron, abandonados por los servicios sociales, ahora no recuerdo el nombre, mientras votas a partidos que reducen a la mínima expresión la inversión en servicios sociales para la infancia. Sucede con la banderita de Francia o con cosas más estúpidas, como añadir un #YoMeQuedoEnCasa al perfil, convirtiendo un imperativo legal, en una cualidad personal para, supuestamente, diferenciarte.
Esta marketinización de la bondad lleva implícita muchas cuestiones que serían imposibles de analizar en un solo post, pero por encima de cualquier otra, a mi me interesa aquella de la que hablaba Brooker: "al convertir una causa justa en una tendencia a seguir, provocamos un movimiento en rebaño que no profundiza en las causas que motivan la necesidad de esa causa".
Causa estupor ver a personas que critican la renta básica, ponerse el perfil de BLM porque, en el caso de EEUU, el problema, más allá del racismo, es de aporofobia, de miedo y odio al pobre. El 95% de los negros que entran a la cárcel en EEUU son de extracción social baja. El 90% de los blancos, también. Es decir, claro que existe un problema de racismo en EEUU, pero no queda tan guay ponerse a analizar y ver que el problema del racismo está íntimamente relacionado con el hecho de no tener recursos y que un negro puede llegar a la Casablanca, pero ninguna persona de extracción social baja podrá aspirar a ser ni tan siquiera Fiscal de un condado o senador o que el ascensor social en EEUU este completamente averiado desde hace más de 4 décadas.
Comprender la realidad no da likes ni followers. Votar para que las cosas cambien, tampoco. Cambiar una foto de perfil, sí.
"El capitalismo ha sacralizado el éxito como objetivo esencial, desterrando el valor de la creatividad a la mínima expresión. En los años 20 y 30, los ídolos de los jóvenes eran pintores, poetas, escritores...artistas que trazaban los pilares de un nuevo horizonte, basado en el riesgo, en el cambio, en la transformación. Ahora la admiración se basa en el deseo de estar en el lugar del que admiras, no en la capacidad de evocar e impulsar la idea de un mundo diferente, más amplio, mejor. El éxito debería motivarte a crear una nueva realidad, no a imitarla".
Treinta y muchos grados en Madrid. Homenaje religioso a las víctimas. Varios familiares de fallecidos por el COVID se agolpan en la puerta de La Almudena. Se les impide el paso. Algunos siguen el acto a través de sus smartphones.
En el interior, espacios abiertos, distancias de seguridad y en los lugares preferenciales, la Familia Real. Ni un solo gesto de Felipe o Leticia al salir de la Catedral para los que no han podido entrar.
El acto, un supuesto homenaje a las víctimas, se ha convertido en un escenario para flashes y aperturas de telediarios, pura propaganda. En la foto de la pasarela la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida o políticos como Pablo Casado (PP), Edmundo Bal (Cs) e Iván Espinosa de los Monteros (Vox). En defensa de Villacís diré que es la única política que sale fuera a hablar con los familiares que no han podido entrar. Leo que una mujer mayor llora desconsolada y Villacís no sabe que decirle. Paco, un señor de 90 años, enseña las fotos de sus muertos en un mural que cuelga frente al cordón de seguridad dispuesto por las fuerzas de seguridad.
La Familia Real, tan necesitada de un empujoncito mediático, se va después de gira por España para seguir vendiendo la cercanía que hoy solo ha dado a Dios. La derecha, sigue, horas después, acusando al gobierno de "traición a las víctimas". Quiero suponer que esos mismos políticos habrían asistido al acto que planeaba realizar la comunidad islámica en Madrid para las víctimas musulmanas también, como este, bajo rito religioso. Al fin y al cabo lo dijo ayer Casado: "La desgracia no tienen religión" (¿?). Pero, desgraciadamente, nunca llegaremos a saberlo porque la iniciativa se ha disipado y todo se centrará en el acto aconfesional del día 16.
Resulta incomprensible que en pleno año 2020 haya gente que no entienda la gravedad de este simbolismo. Los poderosos desbancan a los que deberían ser protagonistas exclusivos de este homenaje. Es de un repugnante, de un anacrónico y un clasista, de un utilitarista y de un hipócrita que asquea. Pero aún me asquea más que haya millones de católicos que no entiendan esta patética muestra de ninguneo a casi 30000 muertos en nombre de un Dios cuyo hijo murió en la cruz tras vivir entre pobres y necesitados.
El nacionalismo es excluyente y no se diferencia en nada del patriotismo, además de que antepone nación a derechos sociales. El hiyab es una tradición misógina intolerable. La discriminación positiva es un oxímoron buenista y paternalista. Las pseudociencias no son ciencias. No se puede ser socialista y republicano y defender que un Jefe de Estado lo sea por herencia. La defensa a ultranza de las minorías se han convertido en lo esencial mientras el sindicalismo languidece entre la bulimia y el servilismo más bochornoso y el obrero las pasa putas para llegar a fin de mes. Ninguna de estas cuestiones pueden ser defendidas por una izquierda que se sienta orgullosa de sus valores y sobre todo, que recuerde su pasado. Ya está bien de gilipolleces y de medias tintas.
La reivindicación seria y organizada en la calle, el republicanismo serio e innegociable sin regalar packs de Juego de Tronos, la auditoría y reestructuración de la deuda, la defensa de un país laico que eche a las religiones de los espacios educativos, una conciencia política universalista e inclusiva que luche por los derechos sociales y la igualdad con fuerza y orgullo, la toma de medidas decididas y eficaces que acaben con la desigualdad por sexos y los techos de cristal centrando el foco no en GILIPOLLECES sino aspectos esenciales y urgentes (la subida de los salarios, la dinamización de la justicia y la protección y educación contra el maltrato de género), la defensa a ultranza de una educación en valores democráticos y una sanidad de calidad, la creación de herramientas que defiendan una cultura libre de la influencia estatal, la protección de la libertad de expresión (nos guste lo que se dice o no), la adopción de una reforma laboral donde se anteponga al trabajador sobre el empresario así como el desarrollo de estrategias donde el bien común y la solidaridad domine sobre las peculiaridades de cada comunidad, esos son los valores de la izquierda.
El problema son las batukadas reivindicativas con nariz de payaso, las performances en las puertas de los ayuntamientos el día de la mujer, los guiñitos a los que se creen mejores por haber nacido en un lugar y no en otro, pedir a la gente que ahora salga a la calle cuando los has desmovilizado desde el minuto 0, esterilizar el debate político con proclamas de medio pelo, trasladar la lucha de ideas a programas televisivos vergonzosos, tratar a tus votantes potenciales como idiotas, hacer de la lucha contra la corrupción la única herramienta para alcanzar el poder, preocuparte más de los que no te van a votar nunca que de los que podrían votarte.
No sé en qué momento del camino nos perdimos, cuando nos empezamos a sentir avergonzados de ser lo que somos, pero sin orgullo y sin conciencia de clase el problema no es VOX, ni Ciudadanos, ni el PP. El problema somos nosotros.
Tiendo a creer que la gente común es mucho mejor de lo que se le supone o, al menos, que nunca ni en nada es peor que esa otra gente que la gobierna. Hay quien cree que soy un iluso por eso pero, al menos para mí, no es esa la cuestión.
Las visiones del ser humano como un ser egoísta o que busca principalmente su interés personal han sido siempre el fundamento teórico de los sistemas autoritarios: son necesarios estados y normas fuertes que controlen las tendencias innatamente egoístas del ser humano. Sin normas y sin estados la sociedad se convertirá —profetizan— en la ley del más fuerte.
Nunca me gustaron tal tipo de visiones y siempre me pregunté si, quienes gobernaban o hacían las normas, se creían hechos de un material distinto del que ellos pensaban que estaban hechos los gobernados.
Lo llevo viviendo toda mi vida: el gobernante elegido —en muchas ocasiones un tonto con credenciales— cree que él puede decidir mejor que esa masa inconsciente a la que llama «la gente». Unas veces porque cree que él está más capacitado para decidir (como si los votos aumentasen el cociente intelectual) otras porque piensa que dispone de más información (información que, por supuesto, obtiene de su cargo, no de su capacidad y que no comparte porque esa posesión exclusiva de la información aumenta su poder y su ridícula sensación de “saber más”) y, otras más, porque piensa que él es el encargado de decidir, como si eso excluyese la participación de alguien en el proceso de toma de decisiones.
Gracias a esta forma de pensar una abigarrada cantidad de tontos con certificación ISO nos gobiernan desde la noche de los tiempos. Y lo peor es que no son tontos cualesquiera: son tontos que piensan ser más listos que los demás; lo cual es la peor especie de tontuna que puede padecerse, pues, a la estulticia propia de la tontera añade la semilla de la maldad.
José Muelas Cerezuela
Que la paz guíe a los planetas y el amor dirija a las estrellas.
Que nos inunden la armonía y el entendimiento y prolifere la empatía y la confianza.
Que no haya más mentiras ni burlas
ni sueños de vidas doradas,
ni revelaciones místicas de cristal...
... ... ... ...
Que mueran las tiranías, incluso las de las minorías...
Paz, tolerancia y un poquito más de humanidad. Mis deseos para el 2020
(La primera parte del texto es una traducción/adaptación libre del tema "aquarius" de la película "Hair". La música ... Aquarius, de la película "Hair", 1979.
(la caravelle flower power es un regalito de cumpleaños que me he visto obligada a colocar en mi belén tras la huelga improvisada de los camellos de los magos, abrumados por la cantidad de regalos que tenían que transportar...).
menéame