El Californian, un barco que navegaba muy cerca del Titanic cuando éste se hundió, hizo poco o nada por ayudar. Desde entonces, jueces, abogados, historiadores y curiosos no han sabido ponerse de acuerdo en los hechos y las circunstancias. El juicio final aún está en el aire un siglo después. Hubo investigaciones, por supuesto, y la tripulación del Californian fue interrogada. Los testimonios fueron en ocasiones contradictorios, y diferentes a los que se habían dado a la prensa. Que cada lector llegue a su propia conclusión.