Advierto al lector que la entrada de hoy no versa estrictamente de la historia, sino de una leyenda histórica, y de algo de ciencia. Es una historia, o leyenda, que conozco desde niño, afortunado como fui de crecer a los pies de dos espectaculares e inspiradores gigantes, a los que saludé todas las mañanas de mi infancia. En aquel entonces los dos dormían, pero hace ya una veintena de años que “Don Goyo”, como es conocido cariñosamente uno de los volcanes más altos de México, despertó. Es la leyenda del Popocatépetl y Iztaccíhuatl