La diversidad genética es esencial para la supervivencia de una especie. Es bastante fácil de mantener si una especie se reproduce sexualmente: un óvulo y un espermatozoide combinan material genético de dos criaturas en uno, formando una descendencia genómicamente robusta con dos versiones distintas del genoma de la especie. Sin esa combinación de diferentes configuraciones genéticas, las especies que se reproducen asexualmente suelen sufrir una falta de diversidad que puede condenarlas a una existencion
dx.doi.org/10.1038/s41559-024-02