Blinkity Blank (1955) es un film de cuatro minutos, en colores, hecho sin cámara. McLaren dibujó directamente sobre la película una cantidad de dibujos y figuras abstractas que componen un ballet erótico con el encuentro de elementos macho y hembra. También el sonido está grabado directamente sobre la película. Lo extraordinario, independientemente de la belleza de los dibujos, de su resplandor, es que McLaren logra hacer reír a una sala con una simple curva, que se ve durante una veinticuatroava parte de segundo, más algunos ruidos sintéticos.
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