Frases y fragmentos de libros
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La caverna

“El mundo se está convirtiendo en una caverna igual que la de Platón: todos mirando imágenes y creyendo que son la realidad” - José Saramago
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Tres años de lucha

“Cuando la burguesía - particularmente sus capas más reaccionarias- no pueden seguir dominando por procedimientos democráticos, apela a los métodos de la dominación fascista.”

Tres años de lucha. José Díaz Ramos

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Vil Metal

Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero.

Voltaire.

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"Extranjero" - Eduardo Galeano

Extranjero 

En un periódico del barrio de Raval, en Barcelona, una mano anónima escribió:

Tu dios es judío, tu música es negra, tu coche es japonés, tu pizza es italiana, tu gas es argelino, tu café es brasileño, tu democracia es griega, tus números son árabes, tus letras son latinas.

Yo soy tu vecino. ¿Y tú me llamas extranjero

Eduardo Galeano.

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Del poema "El camino no elegido"

Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo, yo tomé el menos transitado, y eso hizo toda la diferencia.

Robert Frost

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Cita célebre

“A veces estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el único estado posible de las cosas.”

Anónimo (Atribuida a Marcel Proust)

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Cuento - El árbol que no sabía quién era

Había una vez en un lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un jardín esplendoroso con árboles de todo tipo: manzanos, perales, naranjos, grandes rosales,... Todo era alegría en el jardín y todos estaban muy satisfechos y felices. Excepto un árbol que se sentía profundamente triste. Tenía un problema: no daba frutos. -No sé quién soy... -se lamentaba-. -Te falta concentración... -le decía el manzano- Si realmente lo intentas podrás dar unas manzanas buenísimas... ¿Ves qué fácil es? Mira mis ramas... -No le escuches. -exigía el rosal- Es más fácil dar rosas. ¡¡Mira qué bonitas son!! Desesperado, el árbol intentaba todo lo que le sugerían. Pero como no conseguía ser como los demás, cada vez se sentía más frustrado. Un día llegó hasta el jardín un búho, la más sabia de las aves. Al ver la desesperación del árbol exclamó:

-No te preocupes. Tu problema no es tan grave... No dediques tu vida a ser como los demás quieren que seas. Sé tú mismo. Conócete a ti mismo tal como eres. Para conseguir esto, escucha tu voz interior... ¿Mi voz interior?... ¿Ser yo mismo?... ¿Conocerme?... -se preguntaba el árbol angustiado y desesperado-. Después de un tiempo de desconcierto y confusión se puso a meditar sobre estos conceptos. Finalmente un día llego a comprender. Cerró los ojos y los oídos, abrió el corazón, y pudo escuchar su voz interior susurrándole: "Tú nunca en la vida darás manzanas porque no eres un manzano. Tampoco florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Tú eres un roble. Tu destino es crecer grande y majestuoso, dar nido a las aves, sombra a los viajeros, y belleza al paisaje. Esto es quien eres. ¡Sé quién eres!, ¡sé quién eres!..." Poco a poco el árbol se fue sintiendo cada vez más fuerte y seguro de sí mismo. Se dispuso a ser lo que en el fondo era. Pronto ocupó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Solo entonces el jardín fue completamente feliz. Cada cual celebrándose a sí mismo.

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Cuento sobre el amor, “La leyenda de Carlomagno”

“El emperador Carlomagno se enamoró, siendo ya viejo, de una muchacha alemana. Los nobles de la corte estaban muy preocupados porque el soberano, poseído de ardor amoroso, y olvidado de la dignidad real, descuidaba los asuntos del Imperio.

Cuando la muchacha murió repentinamente, los dignatarios respiraron aliviados, pero por poco tiempo, porque el amor de Carlomagno no había muerto con ella.

El Emperador, que había hecho llevar a su aposento el cadáver embalsamado, no quería separarse de él.

El arzobispo Turpín, asustado de esta macabra pasión, sospechó un encantamiento y quiso examinar el cadáver.

Escondido debajo de la lengua muerta encontró un anillo con una piedra preciosa. No bien el anillo estuvo en manos de Turpín, Carlomagno se apresuró a dar sepultura al cadáver y volcó su amor en la persona del arzobispo.

Para escapar de la embarazosa situación, Turpín arrojó el anillo al lago de Constanza.

Carlomagno se enamoró del lago Constanza y no quiso alejarse nunca más de sus orillas.”

Italo Calvino

 

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Creencias irracionales - George Lakoff

"La idea de que la gente abandonará sus creencias irracionales ante la solidez de la evidencia presentada ante ella es en sí misma una creencia irracional, no apoyada por la evidencia".

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Cita de José Luis Sampedro

“Yo no puedo decir si hay Dios o no. Creo que no, pero no tengo seguridad. Ahora, tengo la seguridad de que el Dios que nos vende el Vaticano es falso, y lo compruebo leyendo la Biblia con la razón y no con la fe. Cuando creemos lo que no vemos, acabamos por no ver lo que tenemos delante.“

José Luis Sampedro 

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Cita de Susan Ertz

Cita de Susan Ertz

“Hay millones de personas que suspiran por la inmortalidad cuando no saben qué hacer una tarde lluviosa de domingo”.

Susan Ertz

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Cuento - La oveja negra

Había un pueblo donde todos eran ladrones.

A la noche cada habitante salía con la ganzúa y la linterna, e iba a desvalijar la casa de un vecino. Volvía al alba y encontraba su casa desvalijada.

Y así todos vivían en amistad y sin lastimarse, ya que uno robaba al otro, y este a otro hasta que llegaba a un último que robaba al primero. El comercio en aquel pueblo se practicaba solo bajo la forma de estafa por parte de quien vendía y por parte de quien compraba.

El gobierno era una asociación para delinquir para perjuicio de sus súbditos, y los súbditos por su parte, se ocupaban solo en engañar al gobierno. Así la vida se deslizaba sin dificultades y no había ni ricos ni pobres.

No se sabe cómo ocurrió, pero en este pueblo se encontraba un hombre honesto. Por la noche en vez de salir con la bolsa y la linterna se quedaba en su casa a fumar y leer novelas.

Venían los ladrones, veían la luz encendida y no entraban.

Esto duró poco pues hubo que hacerle entender que si él quería vivir sin hacer nada, no era una buena razón para no permitir que los demás lo hicieran. Cada noche que él pasaba en su casa, era una familia que no comía al día siguiente.

Frente a estas razones el hombre honesto no pudo oponerse. Acostumbró también a salir por las noches para volver al alba, pero insistía en no robar. Era honesto y no quedaba nada por hacer. Iba al puente y miraba correr el agua. Volvía a su casa y la encontraba desvalijada.

En menos de una semana el hombre honesto se encontró sin dinero, sin comida y con la casa vacía.

Pero hasta aquí nada malo ocurría porque era su culpa: el problema era que por esta forma de comportarse todo se desajustó. Como él se hacía robar y no robaba a nadie, siempre había alguien que volviendo a su casa, la encontraba intacta, la casa que él hubiera debido desvalijar.

El hecho es que, poco tiempo después, aquellos que no habían sido robados encontraron que eran más ricos, y no quisieron ser robados nuevamente. Por otra parte aquellos que venían a robar a la casa del hombre honesto la encontraban siempre vacía. Y así se volvían más pobres.

Mientras tanto, aquellos que se habían vuelto ricos tomaron la costumbre también ellos, de ir al puente por las noches para mirar el agua que corría bajo el puente. Esto aumentó la confusión porque hubo muchos otros que se volvieron ricos y muchos otros que se volvieron pobres.

Los ricos, mientras tanto, entendieron que ir por la noche al puente los convertía en pobres y pensaron -paguemos a los pobres para que vayan a robar por nosotros-. Se hicieron contratos, se establecieron salarios y porcentajes: naturalmente siempre había ladrones que intentaban engañarse unos a otros. Pero los ricos se volvían más ricos y los pobres más pobres.

Había ricos tan ricos, que no tuvieron necesidad de robar ni de hacer robar para continuar siendo ricos. Pero si dejaban de robar, se volvían pobres, porque los pobres les robaban. Entonces pagaron a aquellos más pobres que los pobres para defender sus posesiones de los otros pobres, y así instituyeron la policía, y constituyeron las cárceles.

De esta manera, pocos años después de la aparición del hombre honesto, no se hablaba más de robar o de ser robados, sino de ricos y pobres. Y sin embargo eran todos ladrones.

Honesto había existido uno y había muerto enseguida, de hambre.

Italo Calvino

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Su complejo de culpa es un falso concepto

Su complejo de culpa es un falso concepto de Dios y de la vida.

Ni Dios, ni la Vida, no lo castigan ni lo juzgan.

Usted lo hace consigo mismo con sus falsas creencias, su pensamiento negativo y su condena de sí mismo.

Joseph Murphy

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Ciencia y tecnología

"Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas. Eso constituye una fórmula segura para el desastre". Carl Sagan, Cosmos

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Cita de José Luis Sampedro

“Hay culturas periféricas donde el ser algo es más importante que el tener algo. Mientras que aquí no se es más que lo que se tiene y el que no tiene, no es”.

José Luis Sampedro

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Los mejores (Yeats).

"Los mejores carecen de toda convicción, mientras que los peores están llenos de apasionada intensidad."

The best lack all conviction, while the worst are full of passionate intensity.

William Butler Yeats. Poeta Irlandés.

13 Junio 1865 - 28 Enero 1939

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Aconfesional o laico

Pues no se ha producido la transición desde el nacionalcatolicismo al Estado no confesional. Pero es que, además, para mí son lo mismo. Lo que pasa es que la derecha política y la jerarquía católica establecen esa diferencia, según la cual el Estado no confesional posibilita las relaciones con las religiones, mientras el laico va contra la religión. Es una construcción ideológica que no responde a la realidad. ¿Qué es el Estado aconfesional? El que establece el artículo 16.3 de la Constitución, es decir, el que no tiene religión oficial. ¿Y qué es un Estado laico? El que no tiene religión oficial. Lo demás es una guerra del lenguaje, para no usar la palabra "laico".

Juan José Tamayo

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Cita de "Alegría"

Cita de "Alegría"

"Al capitalismo hay que robarle siempre, porque por mucho que le robes jamás podrás robarle tanto como él te roba a ti, pues te roba la alegría, y la alegría tiene un precio incalculable".

Manuel Vilas, “Alegría” (2019)



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Cita de Giovanni Papini

Cita de Giovanni Papini

“Los hombres, en general, no son sino marionetas maltratadas por un titiritero”.

Giovanni Papini

Biografía



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Cita - "Las guerras..."

“Las guerras no tienen memoria y nadie se atreve a comprenderlas hasta que ya no quedan voces para contar lo que pasó, hasta que llega el momento en que no se las reconoce y regresan, con otra cara y otro nombre, a devorar lo que dejaron atrás.”

Carlos Ruiz Zafón, “La sombra del viento” (2001)

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El entrecano (Esopo)

Un hombre con canas tenía dos amantes, una joven y otra vieja. La de más edad, avergonzada de tener trato con uno más joven que ella, no dejaba, cuando venía a estar junto a sí, de arrancarle los pelos negros. La más joven, tratando de disimular que tenía un amante viejo, le arrancaba los blancos. Y así, depilado por tumo a manos de una y otra, llegó a quedarse calvo.

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Alegoría judía

Cuenta una antigua alegoría judía, que una vez un hombre muy rico fue a pedirle un consejo a un rabino.

El rabino le tomó la mano, lo acercó a la ventana y le dijo:

-Mira.

El rico miró por la ventana a la calle.

El rabino le preguntó:

-¿Qué ves?

El hombre le respondió:

-Veo gente.

El rabino volvió a tomarlo de la mano y lo llevó ante un espejo y le dijo:

-¿Qué ves ahora?

El rico le respondió:

-Ahora me veo yo.

-¿Entiendes?, dijo el rabino. En la ventana hay vidrio y en el espejo hay vidrio, pero el vidrio del espejo tiene un poco de plata y cuando hay un poco de plata, uno deja de ver gente y comienza a verse solo a sí mismo.

Anónimo

Fuente

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Cita - El odio

“Cuando nuestro odio es demasiado profundo, sin duda nos coloca por debajo de aquellos a quienes odiamos”.

Francisco de La Rochefoucauld (1613-1680)

Biografía

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La religión y Schopenhauer

"Las religiones, como las luciérnagas, necesitan la oscuridad para brillar"

Arthur Schopenhauer

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Cita - "Gris de campaña"

Cita - "Gris de campaña"

"No me gustan los delincuentes que quebrantan las leyes -dije.

- ¿De qué otra clase puede haberlos?

-De los que hacen las leyes."

Philip Kerr, "Gris de campaña" (2010)

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menéame