Primera Guerra Mundial. La carnicería más grande y gratuita que haya visto la Humanidad atiborra de cadáveres y cuerpos desmembrados las trincheras del frente occidental. Los muertos se cuentan por miles cada día que dura la guerra, y los heridos y mutilados se elevan a más del doble. Ello hace que los servicios sanitarios de emergencia de los ejércitos no den abasto a atender a todos los que lo necesitan, dando tiempo a que heridas que, en un primer momento, no eran graves, debido a la humedad, la suciedad, el fango y los insectos...