los resultados del estudio indican que, en comparación con las personas con el peso adecuado, es más difícil que esas personas obesas puedan aprender nuevas tareas o recordar cosas, y también que es menos probable que sus cerebros sean capaces de "recablearse" y establecer nuevos caminos neurales. Esta capacidad mermada resulta particularmente problemática si la persona se está recuperando de los daños provocados por un derrame cerebral o lesiones cerebrales en general.