Para muchas personas, hablar con un desconocido resulta poco habitual o quizás incómodo. No obstante, incluso una breve conversación con un desconocido aumenta la sensación de bienestar, informa la revista Current Directions in Psychological Science. «Ello se refleja sobre todo en las conversaciones con los conductores de autobús o con otros viajeros del autobús o del tren, con el camarero tras la barra que te sirve el café o con otros participantes en un experimento», señalan los psicólogos Paul van Lange y Simon Columbus.