En agosto de 2021, Alberto González Amador ya disfrutaba de los beneficios de un controvertido negocio millonario. El año anterior, en pleno apogeo de la pandemia, González obtuvo un supuesto pelotazo de 2,3 millones de euros mediante la venta de mascarillas, una operación que ahora está bajo la lupa de Hacienda. Ese dinero, según la documentación a la que ha tenido acceso la Cadena SER, fue utilizado para financiar diversos gastos, incluyendo unas vacaciones privadas junto a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.