Denunció que le habían secuestrado, que le habían obligado a entregar la recaudación del vehículo que conducía, y que incluso fue forzado a ir a club de alterne de Fuengirola (Málaga), donde le obligaron a consumir drogas. La Policía detuvo al supuesto secuestrador, pero tras una investigación, que han bautizado Operación Camerita, se ha descubierto que, en realidad, el supuesto ladrón era su compañero de juerga y que se lo había inventado todo para justificar que se había gastado el dinero en una noche