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Quemados. Así se encontró Martiño Novo su plantación de castaños en una finca de Arcos, en Graba en la que antes hubo eucaliptos. Este vecinos de Silleda había reforestado la parcela hace tres años, con unos 40 árboles que, si todo iba bien, comenzarían a dar sus frutos en los dos próximos años.Novo tiene claro que quien se encargó de sulfatar la plantación lo hizo de noche, y encima yendo a pie, puesto que por la pista que da acceso a la parcela no quedaron marcas de vehículos sobre el suelo.